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Enseñanzas de Jesús

Página extraída de Carta a una Nación Cristiana: Contrapunto, Por R.C. Metcalf. Para más información visite www.ThinkAgain.us.

Enseñanzas de Jesús - El Propósito de las Leyes del Antiguo Testamento
Las enseñanzas de Jesús incluyen un examen de las Leyes del Antiguo Testamento. Específicamente, Jesús enseñó a Sus contemporáneos que Dios creó la Ley para su beneficio. Los seres humanos no fueron diseñados para ser auto-suficientes y vivir en un estado de anarquía. Si lo prefiere, los seres humanos no evolucionaron31 para ser autónomos. La Ley tenía la intención de reflejar la santidad de Dios, y recalcar enérgicamente en la humanidad la clase de comportamiento que Dios considera moral. Como un Dios omnisciente, Él sabía que no tomaría mucho antes de que sobreviniera la indulgencia. Aún así, sólo faltaba mostrarle a la humanidad que un fracaso, aunque fuera en una pequeña área de la ley, equivaldría al fracaso en todas las áreas. Si hoy, todos nosotros, nos adhiriéramos completamente a la ley moral, como fue prescrita por Dios, todos podríamos alcanzar el más alto nivel posible de felicidad personal. Por supuesto, esto nunca ocurrirá en la tierra, como la conocemos.

Los teólogos a veces utilizan términos en latín para expresar ideas, como lo hacen los científicos. Los teólogos definirían el estado de la humanidad después de la caída de Adán como non posse non peccare (i.e. incapaz de no pecar). La naturaleza pecaminosa transmitida a través del acervo genético de toda la humanidad nos afecta a todos. Sin embargo, en el cielo nos volveremos non posse peccare (i.e. incapaces de pecar). ¿Ocurrirá esto por una restructuración divina de nuestro material genético? Tal vez. Es razonable considerar que, si Dios existe, Él podría omnipotentemente adaptar componentes individuales de Su creación. Sin embargo, el medio más visible mediante el cual Él cambia a individuos y los acondiciona para el cielo, es llamado por los teólogos, el proceso de santificación. Marcado por un consistente ascenso, como un gráfico de crecimiento de precios de acciones de una compañía en crecimiento, el creyente tiene una creciente pasión de vivir en obediencia a Dios. El fracaso ocurrirá como parte del proceso de crecimiento, como los ocasionales descensos en una gráfica de acciones, pero luego seguirá el arrepentimiento, junto con la fuerza para continuar.


Enseñanzas de Jesús - Ley y Pecado
Las enseñanzas de Jesús no dejan dudas de que bajo la Ley el castigo del pecado es la muerte. Pablo explicó la relación entre la Ley y el pecado en su carta a los Romanos.

    Por tanto, como el pecado entró al mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. - Romanos 5:12-13
En los tiempos del Antiguo Testamento, la Ley se hizo necesaria para restringir la curiosidad y la naturaleza pecaminosa del pueblo de Dios, que Dios sabía que terminaría en su sufrimiento. En el Nuevo Testamento, la Ley señala el camino hacia el perdón y la salvación del castigo del pecado. Pablo explica esto un poco más en Romanos.
    Más cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, nuestro Señor. - Romanos 5:20-21
Cada hombre, mujer y niño que vive, nació esclavo del pecado, debido a la herencia de una naturaleza pecaminosa. Sin embargo, la única persona capaz de vencer a la muerte, Jesucristo, pagó el castigo de ese pecado como nuestro sustituto. Aunque la crucifixión le pueda parecer barbárica, fue acarreada en los hombros de Dios mismo. Esto significa que Dios no sólo creó y ejecutó la Ley; Él cargó con el castigo por nuestros crímenes (aún si nosotros los percibimos como simples pecadillos), enteramente en lugar nuestro. Los cristianos entendemos esto como la expiación de nuestros pecados. Él voluntariamente pagó el castigo que merecidamente debimos haber pagado nosotros mismos. Richard Dawkins encuentra esta doctrina de expiación, sado-masoquista y repelente.32 Aún así, la expiación conforma el núcleo del concepto cristiano de la gracia. Este acto inicial de gracia por parte de Jesús, nos promete el perdón de los pecados y abre la puerta hacia una nueva vida de gracia. Por consiguiente, ya no somos más esclavos del pecado. Como dice Pablo:
    ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? - Romanos 6:16
Pero podemos definir la gracia como mucho más que el simple perdón de los pecados. También proporciona una entrada a una vida en la que Dios participa activamente. Dios, el Espíritu Santo, el tercer miembro de la Trinidad, trabaja en las vidas de los creyentes para darles el poder para llevar vidas santificadas que reflejen las enseñanzas morales de Jesús.33 Nadie puede verdaderamente entender este aspecto de la fe cristiana, salvo por experiencia personal. Ya que usted parece convencido de que la ciencia no ofrece ninguna evidencia a favor de la existencia de Dios, será especialmente difícil para mí el convencerle de que ¡Dios interviene activamente en las vidas de los cristianos! Sin embargo, ya que examinaré a fondo las evidencias científicas a favor de Dios y el cristianismo en mi próximo libro, le exhorto a que espere su publicación con expectación.

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Lea Página 1 deCarta a Una Nación Cristiana:Una Respuesta.

Notas de Pie de Página:
31 Mi argumento aquí no es con la evolución, pero me reservo el derecho de tratar el asunto en el futuro.
32 Richard Dawkins, The God Delusion, p. 252.
33 Usted podrá pensar, a la luz de los fracasos de hombres prominentes, quienes han proclamado pertenecer a la fe cristiana, que eso no suena verdadero. Aún así, por cada líder cristiano caído, existen docenas que continúan buscando la justicia diariamente. No se nos prometió la completa liberación del pecado en esta vida, sólo la ayuda de Dios en la lucha. Ver Romanos 7.



¿Tú qué piensas?
Todos hemos pecado y merecemos el juicio de Dios. Dios, el Padre, envió a Su único Hijo para cumplir ese juicio por aquellos que creen en él. Jesús, el creador y eterno Hijo de Dios, quien vivió una vida sin pecado, nos ama tanto que murió por nuestros pecados, tomando el castigo que merecíamos, fue sepultado, y levantó de la muerte como lo dice la Biblia. Si de verdad crees y confías de corazón en esto, recibe a Jesús como tu Salvador, declarando: "Jesús es Señor," serás salvado del juicio y podrás pasar la eternidad con Dios en el cielo.

¿Cuál es su respuesta?

Sí, hoy he decidido seguir a Jesús

Ya soy seguidor de Jesus

Todavia tengo preguntas





¿Cómo puedo conocer a Dios?




Si murieras hoy, ¿iría usted al cielo?


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