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Política Islámica


Política Islámica – Introducción
Las políticas del islam son confusas y polémicas:

    "La yihad se ha hecho obligatoria, lo que significa que el individuo debe, cuando surja la ocasión, dar hasta su vida por la defensa y protección del islam y del Estado islámico".1 — Khurshid Ahmad

    "El islam es internacional en su visión y enfoque, y no admite barreras ni distinciones basadas en color, clan, sangre o territorio. . . Quiere unir a toda la raza humana bajo una sola bandera".2 — Khurshid Ahmad


Política Islámica – El Concepto de Yihad
Uno de los aspectos más polémicos de la política islámica es el concepto de yihad, o "guerra santa.” Desde el 11 de septiembre del 2001, muchos musulmanes han procurado suavizar la yihad, relegándola a la esfera de la lucha personal con el pecado. Aunque el Corán sí permite esta visión de la yihad, eso no es todo lo que el Corán dice de ella. La mayoría de los pasajes en el Corán enseñan que la yihad es una guerra contra las personas que se opongan a la fe islámica.

    Un musulmán es aquel cuya visión de la vida está impregnada de este conocimiento [de los pilares de islam]. Está comprometido con los valores de la vida dados por el Corán y la Sunnah. Trata de vivir de acuerdo a los lineamientos dados por Dios y Su Profeta, y se esfuerza para promover el mensaje del islam mediante sus palabras y acciones. Este esfuerzo es conocido como Yihad lo cual significa esforzarse y luchar en el camino de Dios. Consiste en esforzarse al máximo para seguir personalmente las enseñanzas del islam y para trabajar para su establecimiento en la sociedad. La Yihad ha sido descrita en el Corán y la Sunnah como el corolario natural de estos pilares de fe. El compromiso con Dios implica un compromiso de sacrificar el tiempo, la energía y la riqueza de uno para promover la causa correcta. A veces puede ser necesario dar la vida de uno para preservar la Verdad. La Yihad implica presteza para dar lo que sea que uno tenga, incluso la vida, por Alá.3


Política Islámica – Teocracia Islámica
El islam, al igual que el cristianismo, es una cosmovisión con la visión de abarcar el mundo entero. Mientras que los cristianos tienen la Gran Comisión—el llamado a hacer discípulos de todas las naciones (Mateo 28:18-20) y proclamar el ministerio de reconciliación al mundo entero (2da de Corintios 5:18-19)—los musulmanes tienen el llamado del islam mundial, un objetivo a lograrse, de ser necesario, por la fuerza de la yihad. Islam mundial significa que todas las naciones serían gobernadas en una teocracia islámica. "El islam es internacional en su visión y enfoque y no admite barreras ni distinciones basadas en color, clan, sangre ni territorio," explica Khurshid Admad. "Quiere unir a toda la raza humana bajo una sola bandera En un mundo dividido por rivalidades y enemistades nacionales, presenta un mensaje de vida y esperanza, y de un futuro glorioso".4

Zaki Badawi habla sobre la realidad de que muchos musulmanes existen con estatus minoritario en países no musulmanes. Aunque es una lucha que algunos musulmanes siempre han enfrentado, no es una situación satisfactoria a los ojos de ellos. Explica:

    Como sabemos, la historia del islam como fe es también la historia de un Estado y una comunidad de creyentes que viven según la ley Divina. Los musulmanes, los juristas y los teólogos, siempre han expuesto el islam como un gobierno y como una fe. Esto refleja el hecho histórico de que los musulmanes, desde el principio, vivieron bajo su propia ley. Los teólogos musulmanes, naturalmente, produjeron una teología con esto en mente—es una teología de la mayoría. Ser una minoría no fue considerado seriamente, ni siquiera contemplado. Los teólogos estaban divididos en su actitud hacia la pregunta de estatus minoritario. Algunos declararon que esto no debería suceder; es decir, que a un musulmán le está prohibido vivir por largo tiempo bajo un gobierno que no sea musulmán. Otros sugirieron que un musulmán que viva bajo un gobierno no musulmán no está obligado a seguir la ley del islam en asuntos de la ley pública. Ninguno de estos dos extremos es satisfactorio. A través de la historia del islam algunos grupos de musulmanes vivieron bajo el influjo de gobernantes no musulmanes, a menudo sin una alternativa. No obstante, ellos se sentían lo suficientemente comprometidos con su fe como para intentar regular sus vidas de acuerdo con sus reglas y regulaciones, en la medida en que sus circunstancias lo permitían. En otras palabras, la práctica de la comunidad, en lugar de las teorías de los teólogos, proporcionó una solución. No obstante, la teología musulmana no ofrece, hasta el presente, ninguna formulación sistemática del estatus de ser una minoría. La pregunta está siendo examinada. Se espera que el asunto sea enfocado y que teólogos musulmanes de todas partes del mundo musulmán ahonden en este tema espinoso y alivien la conciencia de tantos musulmanes que viven en el occidente. Y que también tracen un curso para la supervivencia islámica, y hasta un resurgimiento, en una sociedad secular.5
Las minorías musulmanas en países occidentales a menudo se colocan en posiciones donde procuran gobernarse a sí mismos bajo la ley Sharía, mientras que simultáneamente mantienen la ciudadanía de sus respectivos países. Para este fin, muchos musulmanes buscan cambios en la política, la educación, y las leyes, todo con la esperanza de ser más capaces de plantear su caso. Típicamente, procuran implementar la ley Sharía con respecto a la educación y a leyes de la familia, considerando la ley islámica—además de ser una obligación para los musulmanes—como superior a otros sistemas de leyes. Adicionalmente, estos musulmanes procuran aplastar cualquier crítica pública contra su fe. En nuestra cultura actual, políticamente correcta, los musulmanes a veces se unen con la política de la izquierda para oponerse a los valores tradicionales occidentales. Ambos critican la fe cristiana y la historia cristiana de sus respectivos países. Pero en otros puntos, especialmente con respecto a los valores familiares, los musulmanes y los izquierdistas no tienen mucho en común.

Actualmente, esta situación es una realidad en Canadá y en Australia. La población musulmana en Canadá ha logrado tener una voz significativa con respecto a la implementación de Sharíao dentro de sus comunidades. En Australia, los apologistas cristianos son presionados regularmente en los tribunales, siendo forzados a veces a silenciar sus críticas con respecto al islam. Recientes decisiones de tribunales son muy preocupantes a este respecto. Mientras que los musulmanes pueden continuar su crítica de la fe cristiana, junto con los movimientos políticos izquierdistas y anti-cristianos, los cristianos, en cambio, son amenazados con la pérdida de los ingresos o de la vivienda, mientras que los musulmanes influencian los tribunales para fallar a su favor.


Política Islámica – Estado Islámico Mundial
La visión de los musulmanes es que un día el islam será mundial en extensión y autoridad. Aún así, algunas personas rehúsan convertirse al islam o someterse a la conquista y gobierno musulmán. Cuando esto ocurre, estos individuos son considerados agresores contra el islam y vistos como objetivos legítimos de yihad si intentan detener la práctica y el crecimiento islámico.

Cuando comprendemos esta visión musulmana, especialmente a la luz del hecho de que la mayoría de las naciones occidentales han rehusado las demandas islámicas para establecer la leySharía (o para siquiera permitir guetos para practicarSharía entre sus poblaciones musulmanas), entonces no podemos dejar de ver que los musulmanes ven tales negativas como agresivas hacia el islam. Estas naciones son consideradas agresoras contra el islam porque rehúsan permitir que los musulmanes vivan como quieran—no sólo con respecto a gobernar sus propias subculturas, sino también por la negativa de adoptar y propagar el islam (como los musulmanes creen que se les encomienda hacer).

Pero, más fundamentalmente, debido a que el mundo fue creado en sumisión a Alá y a que todo ser humano nace musulmán, rehusar las demandas de Alá de procurar restaurar el mundo y sus habitantes a ese estado, es perpetuar la rebelión en contra de Alá. Esto coloca a tales personas o naciones en oposición con el islam mismo, y ocasiona que se conviertan en objetivos legítimos de yihad. La yihad, aunque es llamada "defensiva," es nada menos que la postura ofensiva de los musulmanes determinados a ver el mundo islamizado.

Por esto, cuando un musulmán moderno alega que la yihad es sólo una acción defensiva, el típico no musulmán entiende eso en términos bastante diferentes de lo que el islam enseña. Lo que la típica persona no musulmana entiende como agresión militar, especialmente como es expresada en la historia de las primeras conquistas del islam, es vista por los musulmanes como una acción defensiva en contra de aquellos que se oponen al islam. Pero si este punto de vista islámico del mundo no es comprendido, entonces es fácil y natural para nosotros tomar las declaraciones de los musulmanes modernos (de que el islam es una religión de paz o de que la yihad es sólo defensiva) de una forma bien diferente a como esto ha sido entendido a través de toda la historia islámica.


Política Islámica – Conclusión
Aunque existe alguna diversidad entre los musulmanes con respecto a la política islámica, los patrones y precedentes históricos apoyan la agenda auto-adjudicada de los musulmanes más tradicionales. El islam primitivo se extendió mayormente por la fuerza. Los musulmanes radicales del siglo XXI desean regresar a esa edad de oro.

¡Aprenda Más!

Notas:
Presentado con autorización del libro:Understanding the Times: The Collision of Today’s Competing Worldviews(Rev. 2nd ed), David Noebel, Summit Press, 2006. Cortesía de John Stonestreet, David Noebel, y del Christian Worldview Ministry en Summit Ministries. Todos los derechos reservados en el original.

1 Khurshid Ahmad, Islam: Su Significado y Mensaje, Tercera edición. (Leicester, UK: The Islamic Foundation, 1999), 39.
2 Ibid., 40-41.
3 Ibid., 23.
4 Ibid., 40-41.
5 Colin Chapman, Cross and Crescent: Responding to the Challenge of Islam (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 2003), 149–150.



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Todos hemos pecado y merecemos el juicio de Dios. Dios, el Padre, envió a Su único Hijo para cumplir ese juicio por aquellos que creen en él. Jesús, el creador y eterno Hijo de Dios, quien vivió una vida sin pecado, nos ama tanto que murió por nuestros pecados, tomando el castigo que merecíamos, fue sepultado, y levantó de la muerte como lo dice la Biblia. Si de verdad crees y confías de corazón en esto, recibe a Jesús como tu Salvador, declarando: "Jesús es Señor," serás salvado del juicio y podrás pasar la eternidad con Dios en el cielo.

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Sí, hoy he decidido seguir a Jesús

Ya soy seguidor de Jesus

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